Descubre uno de los productos estrella del Prat, el Pota Blava
Como bien sabéis, Mucha Masía se encuentra en el Prat de Llobregat, un municipio del Área Metropolitana de Barcelona que destaca por su producto local. En este post, aprovechamos la proximidad de la Fira Avícola de la Raça Prat para descubrirte uno de sus productos estrella, el Pota Blava. Sigue leyendo para conocer sus características y para saber dónde comprarlo o comerlo (para los y las más valientes, también dejamos una receta con la que triunfar estas navidades).
Características del Pota Blava
Si algo caracteriza al Pota Blava, son sus patas de color azul, de ahí su nombre (pota significa pata y blava significa azul en catalán). Se trata de una raza de gallo de tamaño mediano a grande, con un cuerpo robusto y musculoso, ideal tanto para la producción de carne como para la de huevos. Como se cría en libertad y se alimenta con grano de calidad, su carne tiene un sabor y una textura exquisitos.
Dónde comprar el Pota Blava
Como no puede ser de otra forma, los mejores lugares para comprar el Pota Blava son los mercados. En el de la plaza de la Vila, encontrarás dos paradas donde adquirirlo (Pollería Antonia 9, Pollería de la Granja Torres 12); en el del Remolar, dos más (Pollería Ana López 38, Pollería Lucía 24); y en el de la plaza de Blanes una (Pollería Antonia Martos 48). También lo puedes comprar en el Porcho, una carnicería que se encuentra en el número 24 de la carretera de la Marina.
Dónde comer el Pota Blava
Son muchos los restaurantes de la ciudad donde puedes saborear el Pota Blava. Por ejemplo, en el Artesà, muy cerquita de Mucha Masía, lo encontrarás en salsa, en gyozas y en croquetas. Pero, como decimos, son muchos los restaurantes que lo incorporan a sus cartas o menús.
Si tienes dificultades para elegir uno, lo mejor que puedes hacer es dejarte caer por el Espai gastronòmic de la Fira Avícola de la Raça Prat, donde participan varios restaurantes de la ciudad que ofrecen deliciosos platillos con Pota Blava.
Receta
La receta más sencilla, aunque no por ello menos sabrosa, consiste en trocear el pollo y sofreírlo en aceite con cebolla y ajo picados. Luego se añade tomate triturado, vino blanco y una hoja de laurel y se sazona con sal y pimienta. Por último, se deja a fuego lento durante una hora, hasta que el pollo esté tierno. Como acompañamiento, puedes servir arroz o patata.