Nos vamos de visita a Lleida

Ya sabéis que nos encanta que conozcas nuestro territorio. Hoy te proponemos que si dispones de un día mientras te alojas en MuchaMasia puedas visitar la ciudad de Lleida. A menudo olvidada, se trata de un crisol de historias a poco menos de una hora en tren AVE desde MuchaMasia. ¿Te apuntas al viaje?

Lleida, cruce de caminos

Lleida fue la antiga Ilerda en la época romana. Marcada claramente por los contrastes térmicos, goza de veranos muy calurosos e inviernos muy fríos y marcados por la niebla persistente. Por eso la primavera y el otoño son los mejores momentos para conocer esta ciudad. Lleida siempre ha sido un lugar de paso privilegiado, a medio camino entre Barcelona y Zaragoza. Por eso la historia se vive en todos sus rincones.

La Seu Vella, una maravilla arquitectónica

Si hay un monumento que no te puedes perder en Lleida es la Seu Vella. Su silueta se divisa desde kilómetros de distancia. Esta basílica, o castillo como la conocen los locales, es enorme y pasó por dominio musulmán y cristiano a lo largo de la historia. Cuenta con un claustro espectacular y un campanario que lo convierte en el icono de la ciudad. Subir andando desde el casco histórico hasta la Seu Vella merece la pena. Desde la calle Mayor (una de las más largas de Europa) se enfila la calle Cavallers para luego encontrar la subida a la Seu.

Museos y gastronomía inigualable

La riqueza histórica de Lleida se plasma también en sus museos y calles. El río Segre atraviesa la ciudad y el Pont Vell te da la bienvenida hasta la Paeria o ayuntamiento. Una vez dentro del casco histórico podrás observar la coqueta plaza de Sant Joan y también llegar hasta la Catedral y el antiguo hospital. Las cigüeñas campan a sus anchas por la azotea de la catedral y han convertido Lleida en una de las mayores colonias urbanas de cigüeñas de Europa.

Si te gusta el arte, podrás visitar el Museo de Arte Jaume Morera, el Museo Diocesano o el Centre d’Art La Panera, con algunas obras religiosas de alto valor artístico.

La gastrononía, en una tierra vinculada directamente a la huerta de regadío y a las granjas de cerdos, es fundamental en la vida de los leridanos. Y además de las manzanas, las peras y los melocotones, el rey de Lleida es el caracol. Se come a la llauna, directamente en una sartén a la brasa, o a la gormanda, con salsa picante. Y son devotos de este animalito.

El mes de mayo, el mejor mes para visitar Lleida

La devoción por el caracol conduce hasta la fiesta más multitudinaria de Lleida: el Aplec del Caragol. Miles de peñistas se reúnen durante un fin de semana para comer caracoles a toneladas, además de disfrutar de muchas más actividades como conciertos o ferias. Se celebra el tercer fin de semana de mayo. Y mayo no es solo el mes de las flores, es el mes de Lleida.

Comienza con la celebración de los Moros y Cristianos, que recrean la lucha por la posesión de la Seu Vella. Sigue con la fiesta mayor, en torno a Sant Anastasi (15 de mayo) y acaba con el Aplec del Cargol. Más te vale que te guardes un día para conocer esta ciudad, no te arrepentirás.