Cinco museos curiosos e inesperados en Barcelona

A veces ir a visitar museos es sinónimo de largas jornadas cargadas de arte. Incluso a veces puedes llegar a acabar un poco saturado de tanto cuadro. Y es verdad que a veces apetece descubrir nuevos rincones que despierten la curiosidad. Por eso hoy te proponemos cinco museos curiosos e inesperados que puedes visitar en Barcelona.

Museo curioso e inesperado: el de carruajes fúnebres

Sin duda, este es el museo más curioso de todos los que hay en Barcelona. Hacer un museo con la muerte rondando todo el rato no es fácil. Desde los cementerios de Barcelona hace años que decidieron conservar los carruajes que se utilizaban para transportar los cadáveres. Algunos de ellos son auténticas obras de arte, con filigranas para honrar a los muertos en su último paseo. La verdad es que no te dejará indiferente y te sorprenderá. El Museo de Carruajes Fúnebres de Barcelona está en el Tanatorio de Sancho de Ávila.

El más caliente de los museos curiosos

De la muerte a la vida más auténtica. El Museo Erótico de Barcelona nos permite conocer la influencia que el erotismo ha tenido en la sociedad desde la prehistoria hasta nuestro días. Hay más de 800 piezas relacionadas con todo lo que se considera erótico. Desde amplias colecciones de falos, pasando por máquinas de sadomasoquismo, la colección privada de películas eróticas del Rey Alfonso XIII y muchos aspectos más. ADemás, está justo en las Ramblas. ¡Entra y disfruta del placer!

Museo de autómatas del Tibidabo

Los autómatas fueron unas andróminas creadas a principio de siglo XX que representaban movimientos en figuras estáticas. En su momento causaron furor ya que permitían disfrutar de personajes a los más pequeños. Con el paso del tiempo, los autómatas han quedado desfados pero a día de hoy siguen manteniendo ese encanto. Encanto y también algo de misterio y hasta miedo. Porque observar atentamente un autómata nos transporte irremediablemente al pasado. Aprovecha la visita para disfrutar del Parc d’Atraccions del Tibidabo y redondea el día.

El más inesperado: el museo de las ilusiones

Porque no todo es lo que parece. Esa es la máxima que se puede aplicar directamente en el Museo de las Ilusiones. Con pinturas realizadas en 3 dimensiones, te permiten realizar una inmersión en cada obra, casi formando parte de ellas. Y esa es la gracia de este museo. Porque estarás subiendo escaleras sin hacerlo, asomándote al abismo del Gran Cañón sin estarlo o sentarte entre Trump y Putin a cagar sin necesidad de limpiarte el culo. Porque es inesperado. Y además podrás hacerte fotos realmente divertidas para luego mostrarlas en tus redes sociales.

Y para acabar, un buen postre

Porque después de tantos museos, hay que parar y reponer fuerzas. Y el broche lo pone el Museo del Chocolate. En el Convent de Sant Agustí se encuentra este museo que coordina el Gremi de Pastissers de Barcelona. Además de dar a conocer las bondades y delicias del chocolate, también conoceremos curiosidades. ¿Sabías que Barcelona fue el principal centro de distribución de chocolate (del de cacao, mal pensados) de toda Europa?

Un recorrido delicioso por la historia que acaba con una pequeña degustación chocolatera. ¡Buen provecho!

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